Conocimiento previo y cambio conceptual

Según el Diccionario de la Real Academia Española “conocimiento” es la acción y efecto de conocer. Por su parte, “conocer” se define como:

➔ Averiguar, por el ejercicio de las facultades intelectuales, la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas.
➔ Entender, advertir, saber, echar de ver.
➔ Experimentar, sentir. Ejemplo: Alejandro Magno no conoció la derrota.

Todo conocimiento cambia a partir de otro anterior. En tal sentido, uno de los aspectos que el formador debe vencer, es la natural resistencia de la gente a producir este proceso de cambio conceptual es decir, a cambiar de paradigma.
Este proceso es de gran importancia en la adquisición e incorporación de conocimientos. Dista de ser un hecho instantáneo dado que tiene lugar al cabo de un espacio de tiempo cuya duración es variable y su continuidad, es clave.
El conocimiento previo se refiere a lo que una persona sabe o conoce sobre un determinado tema, antes de comenzar el proceso de cambio conceptual.
Si el cambio conceptual no se verificara, es prácticamente imposible la adquisición de nuevos conocimientos. Es decir que el verdadero desafío de un instructor consiste en que su gente primero “desaprenda” lo que ha incorporado anteriormente mediante el aprendizaje o la experiencia para luego, pueda asimilar lo que quiere transmitirle.
Desde el punto de vista científico, son variados los factores que influyen en el desarrollo intelectual de un individuo a partir de su infancia. Con el transcurso del tiempo, su estructura de conocimientos varía, sin embargo se verá gobernada por las mismas leyes funcionales que asimiló de niño.
Conceptualmente, estos factores son:

➔ La maduración;
➔ La experiencia (social, ambiental, material) y
➔ El equilibrio.

Los conocimientos que un individuo va acumulando desde niño tienden a un estado de equilibrio, condición imprescindible para que se desarrolle intelectualmente. El equilibrio es el factor que permitirá que se verifique la maduración y el acopio de las diversas experiencias.
Esto se logra a través de dos simples procesos:

➔ Asimilación: proceso mediante el cual se incorporan conocimientos externos.
➔ Acomodación: la estructura del conocimiento existente se modifica, adecua o adapta para dar lugar a esos elementos externos que se incorporan.

Este mecanismo describe el cambio conceptual.
El proceso de aprendizaje se sustenta en la modificación de dichas estructuras de conocimiento a través de su forma más simple: la acumulación o aumento de información. El aprendizaje puede tener lugar también, mediante procedimientos más complejos. Tal es el caso de la modificación o ajuste de las estructuras mentales existentes en donde el individuo realiza un esfuerzo para lograr el cambio conceptual.
En ocasiones un individuo llega a generar un nuevo esquema de conocimientos. Esta forma de aprendizaje drástica y profunda, consiste reemplazar su esquema de conocimientos por otros nuevos y diferentes.
Según uno u otro mecanismo, el verdadero aprendizaje es el que capacita a una persona para enfrentar nuevos desafíos.
Entre 1962 y 1970 Thomas Kuhn desarrolló una teoría basada en el concepto de “paradigma”. Kuhn fue un filósofo estadounidense cuyo trabajo en su hora, suscitó un debate multidisciplinar con un grado de influencia tal, que fue fundacional al crear nuevos conceptos.
Graduado muy joven en Física Teórica, comenzó a escribir su obra cumbre “La estructura de las revoluciones científicas” e impulsó un drástico cambio en el pensamiento científico. La mayor conmoción en la sociedad científica de su época se produjo cuando se refirió justamente a los paradigmas.
¿Qué es un paradigma? Los paradigmas son un conjunto de reglas, reglamentos, conocimientos y creencias que forman la visión de un hecho o del mundo, en determinado periodo histórico.
Cada paradigma que se instaura tras una revolución científica, aporta respuestas a los enigmas existentes hasta ese momento. Es decir, explica lo que hasta ese momento no tenía explicación.
Para Kuhn, una revolución científica consiste en el abandono de un paradigma y la adopción de otro nuevo, no por parte de un científico aislado sino por parte de la comunidad científica en su totalidad. Los paradigmas cumplen una doble función, una positiva y la otra negativa:

➔ La positiva: consiste en determinar las direcciones en las que han de desarrollarse los conocimientos obtenidos mediante la observación o a través del razonamiento y de los que se deducen principios y leyes generales.
➔ La negativa: establecen límites dentro de los cuales se “mueven” los científicos en sus estudios hasta que ese paradigma sea cambiado por otro.

Según Thomas Khun: “cada paradigma delimita el campo para la resolución de los problemas con tal fuerza que aquellos enigmas que caen fuera de ese campo de aplicación del paradigma, ni siquiera son advertidos”.
Se observa fácilmente la estrecha relación entre el concepto de paradigma detallado por T. Kuhn y los modelos mentales de P. Senge.
El modelo mediante el cual se produce el cambio conceptual considera de manera central la influencia de los paradigmas.

Autor: Juan Carlos Gazia