Las diferencias entre liderazgo y supervisión

Se entiende como “liderazgo” la función de los mandos superiores y como “supervisión” la de los   mandos medios que interactúan con los empleados de menor nivel jerárquico.

El nivel en la conducción de colaboradores ayuda a distinguir entre el liderazgo y la supervisión. Aunque no es todo. Los conceptos gerenciales relacionados con el liderazgo y la supervisión tienen muchos aspectos en común, aunque también presentan importantes diferencias. En general, se puede establecer un liderazgo de muchas maneras sin ser supervisor; pero los buenos supervisores en general deberán contar con sólidas habilidades de liderazgo. De igual manera, los mejores gerentes a menudo cuentan con grandes capacidades de liderazgo y también cualidades efectivas de supervisión.

Formalidad

El liderazgo tiene elementos formales e informales, mientras que la supervisión es en general una regla formal en el ámbito de las empresas. Algunos líderes tienen roles formales de gerencia tales como ejecutivo, gerente de departamento, gerente de tienda o gerente de distrito. De cualquier manera, algunos líderes emergen a través de canales informales; alcanzan el liderazgo enseñando con el propio ejemplo o motivando a los demás sin una posición concreta de liderazgo. La supervisión es una función específica de trabajo en la cual se realiza un control y se otorgan respuestas y directrices acerca del desempeño de empleados que les reportan. Esto en general viene de la mano con un título formal de supervisión.

La función de los seguidores

El liderazgo no implica necesariamente que los demás nos sigan. Los supervisores en general tienen una posición de autoridad por sobre los empleados, quienes debido a su posición funcional y en la estructura empresarial, deben seguir sus directivas. Por su parte, los buenos líderes inspiran a las personas para que sigan sus puntos de vista y directrices sin necesidad de un título formal de liderazgo. Los supervisores cuentan con autoridad de título (formal) por sobre sus empleados, pero su habilidad para lograr la cooperación y fomentar buenos desempeños dependen de sus cualidades de liderazgo. Los buenos supervisores tienen más posibilidades de motivar a sus seguidores para que den lo mejor.

Bases del poder

Tanto los líderes como los supervisores tienen determinada autoridad o poder que se deriva de sus títulos de trabajo. Los líderes informales, sin embargo, cuentan con la capacidad de influenciar a los demás sin detentar una posición de poder. Esto permite que los empleados carismáticos o inspiradores conduzcan equipos y motiven a sus compañeros. Los supervisores con buenas capacidades de liderazgo pueden utilizar sus condiciones naturales o adquiridas como base del poder con el que lograr la influencia. Aquellos que carezcan de esta cualidad podrían tener que recurrir a la utilización de su posición de poder.

Entrenamiento

Liderazgo normalmente implica motivar o inspirar a otros para que actúen de una manera que sea beneficiosa para los objetivos del equipo, para los de la organización o para los objetivos propios de los colaboradores.


La supervisión tiene la responsabilidad de entrenar a su gente mediante la interacción
en el propio lugar de trabajo (“on-the-job training”)

Los líderes no siempre tienen responsabilidades de supervisión sobre los desempeños ajenos. Los supervisores, por definición, tienen colaboradores que les reportan directamente y por lo general son quienes están en contacto con los clientes. Por tales motivos, tienen la responsabilidad indelegable de ayudar a establecer metas, desarrollarlas y, finalmente, alcanzarlas.

 

Escrito por Neil Kokemuller | Traducido por Guido Grimann
Nota extractada de “La Voz de Houston” por “Las 4 Miradas de la Gestión Empresarial”