Efecto de la inflación y la devaluación de la moneda en la información contable y en los sistemas de información para la toma de decisiones

Los procesos inflacionarios se caracterizan por un alza generalizada en los precios de los bienes y servicios que se comercializan en el país. La contra-cara del alza en los precios es la pérdida en el poder adquisitivo de la moneda. Consecuentemente, la inflación, el incremento en el nivel general de precios y la pérdida de poder adquisitivo de la moneda suelen usarse como sinónimos. Los períodos de estabilidad, por el contrario, se caracterizan por variaciones de menor magnitud en los precios específicos y de distinto sentido, en algunos casos incrementos y en otros casos disminuciones. El período de estabilidad, entonces, supone el mantenimiento del poder adquisitivo de la moneda. No existe un límite claro a partir del cual se pueda decir que pasamos de una situación de estabilidad a una situación de inflación. Las variables que expresan más claramente un período inflacionario, además de la evolución del índice general de precios, son la preferencia por “invertir” la riqueza en bienes o monedas de otros países para mantener el poder adquisitivo de la misma y la existencia de tasas de interés por colocaciones en moneda nacional ampliamente superiores a las tasas normales para países en situaciones de estabilidad. La Norma Internacional de Contabilidad N° 21, establecen como países inflacionarios a aquellos que acumulan una tasa de inflación de 100% durante 3 años. Es decir, que si en un país se alcanza en el término de 3 años, o en un período menor, el 100% de inflación acumulada, ese país es considerado de “alta inflación” y las normas de traslación de balances cambian en relación con los países de “baja inflación”.”

En la Argentina, luego de la publicación del Índice de Precios Mayoristas (*) del mes de Julio del corriente año (2018), se ha superado ese 100% (contando como base; Diciembre de 2015). En consecuencia no solamente cambia el sistema de traslación de balances, sino que las distorsiones provocan un efecto importante en los balances en pesos y también en los informes de gestión.

El propósito de la información contable es reflejar la situación económica y financiera de las empresas en un momento dado, a través del balance general, y su evolución durante un período que concluye en ese momento, principalmente a través del estado de resultados.

La contabilidad utiliza la moneda nominal (en nuestro caso los pesos argentinos) para expresar en términos cuantitativos la riqueza de una empresa y los impactos económicos y financieros de las decisiones que se toman.

En un contexto inflacionario la moneda nominal pierde su principal atributo en relación con este propósito, al expresar los distintos elementos del balance y del estado de resultado en una moneda que dependiendo del momento en el tiempo tiene un valor distinto debido al deterioro producido por la pérdida de poder adquisitivo de la misma.

Esta problemática del uso de la moneda nominal como unidad de medida no se debe confundir con el proceso de valuación de los activos y pasivos o del cálculo de los ingresos y costos que impactan el resultado. Esta diferenciación se puede apreciar más claramente en el siguiente ejemplo:

Supongamos que queremos construir un camino con una extensión total de 5.400.- metros. En este caso el “metro” es la unidad de medida y la “medida”, en términos de la extensión, es 5.400.- (longitud que representa en este caso la “medición” o “valor” del camino en dichos términos). Siguiendo con el ejemplo, podríamos atribuirle ahora otra “medición”, en este caso en términos de costos. ¿Cuánto nos costó hacer el camino? Supongamos que el costo total expresado en moneda nominal (pesos argentinos) fue de $ 27.500.-

Comparativamente el “metro” es una unidad de medida uniforme dentro de la física tradicional, pero la moneda nominal no lo es en una situación inflacionaria. En consecuencia, puedo medir la longitud del camino en distintos momentos y siempre medirá 5.400 metros, pero el importe del costo diferirá según la moneda que utilice como unidad de medida. Inclusive el valor de $ 27.500.- determinado en moneda nominal carece de sentido en sí mismo por sumar importes parciales determinados en monedas de distintos momentos. El Cuadro 2 muestra la expresión del costo en moneda nominal y en moneda homogénea.

 

Fecha Costo de construcción Moneda nominal Coeficiente de conversión Moneda homogénea
         
Oct. 08 Construcción fase I 8.700 1,20 10.440
Nov. 08 Construcción fase II 4.000 1,10 4.400
Dic. 08 Construcción fase III 5.500 1,05 5.775
Ene.09 Construcción fase IV 9.300 1 9.300
         
Ene. 09 Fin de la construcción 27.500   29.915

 

El costo total en moneda nominal de $ 27.500.- está formado por importes parciales que, debido al proceso inflacionario, están representados por unidades de medida de distintos momentos, pero esas unidades de medida varían con el tiempo ya que en cada caso muestra el poder adquisitivo de la moneda en esa fecha. Si quisiéramos expresar el importe total en moneda de poder adquisitivo equivalente deberíamos recurrir a un ajuste de los distintos importes por un coeficiente que represente esa pérdida de poder adquisitivo y en consecuencia convierta la moneda nominal en una moneda homogénea. Los coeficientes utilizados hipotéticamente en este caso representan la conversión a moneda homogénea del 31 de enero del año 09. Pero esta medición también podría hacerse en moneda homogénea de octubre del año 08, en cuyo caso bastaría con dividir el importe homogéneo de 29.915 por el coeficiente de 1,20 y, automáticamente quedaría convertido en esa moneda. Esta diferenciación en los importes en ningún caso representa un cambio en un criterio de valuación. Siempre se respetó el concepto de costo real de construcción pero expresándolo con distintas unidades de medida.

 

¿ESTÁS PREPARADO PARA CALCULAR EL EFECTO DE LA INFLACIÓN SOBRE LA INFORMACIÓN ECONOMICO-FINANCIERA QUE MANEJAS EN TU EMPRESA Y, ASÍ, PODER TOMAR MEJORES DECISIONES?

Si no lo estás ¡Podemos ayudarte!

—————————————————————————————————————-

EJEMPLO DE UN ESTADO DE RESULTADOS DEL AÑO 2002 – similar inflación a la que estamos teniendo.

 

Contabilidad histórica Coeficiente de ajuste Cifras ajustadas
Ventas (925.000) 1,3659 (1.263.520)
Costos directos de ventas 396.000 2,2425 888.040
Costos indirectos (excepto amortizaciones) 110.200 1,3627 150.177
Amortizaciones 76.500 1,9532 149.420
Resultado venta bien de uso (7.000) 1,6071 (11.250)
Gastos y otros egresos 251.700 1,3562 341.355
(Ganancia) pérdida monetaria N/A 51.398
(Ganancia) pérdida neta (97.600) 305.620