Los fundamentos del pensamiento estratégico

Permanentemente escuchamos (y decimos) que estamos viviendo en la “era del conocimiento”. El conocimiento surge del pensamiento. Es por esto que pensamiento y estrategia son dos conceptos presentes de manera natural en la estructura intelectual de los seres humanos.
Pensar estratégicamente es una de las preocupaciones centrales de toda organización civil o militar, tenga o no fines de lucro. Es imposible imaginar la producción intelectual de un individuo sin una previa comprensión global del fenómeno estudiado, seguida un análisis parcial de cada uno de sus componentes básicos, para después volver a integrarlos. Éste es el fundamento del pensamiento sistémico, básico para la mirada estratégica. Podría expresarse de la siguiente manera:

➜ Comprensión de la totalidad del fenómeno mediante una visión sistémica.
➜ Identificación de los aspectos clave que determinan el funcionamiento de ese sistema.
➜ Agrupación de estos aspectos, según su naturaleza y criterios determinados por el estratega.
➜ Integración de dichos aspectos una vez analizados, para observar el modelo nuevamente completo.

“Estrategia”, según el Diccionario de la Real Academia Española es:

➜ Arte de dirigir las operaciones militares.
➜ Arte, traza para dirigir un asunto.
➜ En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.

Por sobre todo, el planeamiento estratégico es un proceso. Este proceso involucra la recolección, análisis, asimilación, evaluación y procesamiento de información lograda mediante la investigación o la experiencia. Exige a quienes lo realizan un gran esfuerzo de análisis y de pensamiento para obtener conclusiones que les permita capitalizar oportunidades.
Disponer de un plan para ejecutar cualquier acción, minimiza el desperdicio de recursos (entre los que se cuentan las propias fuerzas) en esfuerzos que no aportarán resultados positivos o que lo harán de forma poco significativa.
Esta realidad se observa en todos las acciones de la vida: desde proyectos cotidianos (una salida de fin de semana, una comida con amigos o una partida de mus) hasta en los más complejos emprendimientos (lanzamiento de productos o servicios, decisiones de inversión o cambios empresariales).

El proceso de planeación se sustenta en:

➔ la mirada sistémica,
➔ el pensamiento estratégico,
➔ el planeamiento a largo plazo y
➔ el planeamiento a corto plazo, también denominado táctico.

El pensamiento estratégico aporta la perspectiva o lineamiento rector de las acciones que serán ejecutadas posteriormente. La planeación a largo plazo muestra el camino a recorrer para alcanzar la posición y objetivos expresados en el pensamiento estratégico. Por su parte, el pensamiento táctico, que por propias características es de corto plazo, determina con mayor grado de detalle los procesos y acciones que permitirán alcanzar los objetivos de largo plazo.
El pensamiento estratégico incluye la definición de la misión, visión, valores, objetivos y estrategia de la organización. Por su parte, el planeamiento a largo plazo proyecta los resultados futuros según experiencias actuales o pasadas. Es un proceso que se ocupa del futuro y sustentado en el presente.
En cambio, la planeación táctica consiste la elaboración de proyectos y planes concretos y a corto plazo, mediante los cuales los integrantes de la organización, se comprometen a alcanzar los objetivos institucionales y de sus propias áreas.
La condición central es que estos resultados sean susceptibles de medición, que determinará la evolución del proceso de cumplimiento del presupuesto, instrumento que regula las acciones a lo largo de uno o varios ejercicios fiscales.
En la planeación estratégica, el análisis se basa en una evaluación de aquellos aspectos críticos que puedan influir (positiva o negativamente) en el cumplimiento de la misión, visión y la estrategia de la empresa o institución, respetando sus valores esenciales.
Sea en una empresa comercial o en una institución militar o pública, el pensamiento estratégico es un proceso típicamente colaborativo y compartido entre los integrantes del equipo involucrado.