Cuando hayamos superado la pandemia: ¿Cómo será el liderazgo?

La Historia nos dice…

En su época Frederick Taylor (1856-1945) provocó un profundo cambio en la forma de relacionamiento entre el obrero y su empleador. Sin embargo, la situación social y la evolución tecnológica de aquel momento difieren tanto del actual, que nos lleva a tomar los lineamientos fundacionales de Taylor como referencias históricas imposibles de aplicar hoy en día.

Por su parte, las experiencias de Elton Mayo (1880-1949) estaban impulsadas por un objetivo de cambio muy profundo y revolucionario para aquel momento. Los resultados de sus investigaciones fueron en alguna manera frustrantes porque contradecía la lógica imperante entonces. Aunque no por ello, han sido menos valiosas.

Sin ir tan “lejos” en el tiempo, la pirámide de Maslow (1908-1970) pareció que pondría bases definitivas en las formas de evolución y motivación de los individuos. Actualmente si bien se valoran los resultados de sus aportes, no hay dudas que recientes estudios que explican con mayor exactitud nuestros comportamientos, han encontrado aspectos superadores de aquella teoría.

En las organizaciones actualmente una de las preocupaciones centrales es lograr que su gente se comprometa con la tarea y el logro de los resultados que de ellos se espera.

Ésta es una de las misiones principales del liderazgo.

En nuestros días

Aunque las jóvenes generaciones (en especial la “Y” y ni qué pensar de la “Z” que ya está activa entre nosotros) aportan criterios de comportamiento y convivencia que alteran todo lo conocido en materia de conducción y motivación de los RRHH.

¿Hay algún momento en la Historia en el que la tecnología, las redes sociales, la preocupación por la preservación del medioambiente, el disfrute de la vida y tantos otros aspectos rectores del comportamiento de los individuos “de hoy”, condicionen de forma tan determinante los comportamientos frente al trabajo?

Creo que la respuesta es: NO.

Por ello debemos estar cambiando permanentemente los estilos de liderazgo para adaptarlos a los perfiles determinantes de los individuos a liderar.

Las 4 miradas del liderazgo moderno

Para enfrentar una crisis, resolver un problema, realizar una tarea o tomar una decisión los seres humanos disponemos de cuatro miradas o dimensiones desde donde ejercer el liderazgo:

  • La Estratégica: que nos permite relacionar la situación a resolver con el entorno y proyectar la solución al mediano y largo plazo.
  • La Organizativa: que contribuye a comprender las relaciones entre los elementos que integran la crisis o la tarea a realizar y encontrar los procesos más efectivos para resolverlo o ejecutarla.
  • La Interpersonal: que observa a los individuos que directa o indirectamente influyen en el tema en conflicto y ayuda a encontrar las formas más efectivas de establecer relaciones personales.
  • La Operativa: que se refiere a la forma de ejecutar las tres miradas anteriores y así, alcanzar el objetivo buscado.

Ser líder es muy complejo

Hay personas con habilidades innatas y otras que no las tienen (o mejor dicho: tienen otras aptitudes). Sin embargo, el líder debe cumplir con un conjunto de objetivos y tenga o no la habilidad innata para realizarlos, deberá alcanzarlos o fracasará en su gestión.

Es imposible tener niveles de excelencia en las antedichas 4 “miradas” o dimensiones del liderazgo. Esta realidad debería ser el punto de partida de la Hoja de Ruta que guíe al líder novel para consolidar sus fortalezas y minimizar sus aspectos a mejorar.

Construir redes de colaboración es tan imprescindible como difícil. De eso se trata buena parte del liderazgo moderno.

Si coincidimos en la (casi) imposibilidad de ser igualmente sólidos en las 4 dimensiones del liderazgo, las redes de colaboración deberán tender a compensar estas eventuales falencias, dado que las organizaciones necesitan “líderes completos”: no se aceptan líderes con “zonas grises”.

La capacidad de comunicación del líder

En su más amplia significación “comunicar” (hablar, escuchar y comprender: en forma verbal y gestual), se cuenta entre las principales habilidades de un líder efectivo.

La comunicación (escrita, oral y gestual) es el “vehículo” casi exclusivo en el que “se transportan” los mensajes, la persuasión, la influencia, la motivación, la contención, las emocionalidades, etc. recursos de primera instancia de un buen líder.

En la actualidad del mundo empresario, casi ningún cargo se cubre con un profesional que solamente tenga habilidades y conocimientos técnicos. Por el contrario, se privilegia la capacidad de “comunicarse” emocionalmente con los demás (colegas, superiores jerárquicos, colaboradores).

Recordemos que los difíciles momentos vividos en casi todos los mercados a partir de 2008/09, requería que los líderes tuvieran capacidad de contención, apoyo emocional, comprensión y muy especialmente, motivación en entornos muy “complicados”. Estas características son fundamentales para una efectiva “comunicación emocional” que consiste en la capacidad de apelar a las emociones de los demás de forma auténtica y sincera.

Lineamientos del liderazgo moderno

Un profundo pensador nos dejó algunos lineamientos que sustentan un liderazgo moderno y efectivo:

  • No culpes al mar de tu segundo naufragio.
  • Mandando mal, se pierde la autoridad del mando.
  • El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo.
  • El hoy es discípulo del ayer.
  • La absolución del culpable es la condena del juez.
  • El hombre que no sabe callar, tampoco sabe hablar.

A pesar de lo actual de estos “mandamientos” datan de año 70 (a.C.) y su autor fue Publio Siro (https://es.wikipedia.org/wiki/Publilio_Siro) un esclavo que logró su libertad gracias a su extraordinario talento.

En conclusión

Desde luego que en momentos de crisis los líderes “parecen” más necesarios que en épocas de bonanza (¿existen “épocas de bonanza”?). Es cierto que un buen líder es aquel que tiene la capacidad para adelantarse a los problemas. Son quienes no permiten que el problema llegue a transformarse en crisis.

Sin embargo, tal como nos “dice” Publio Siro un líder moderno será creíble y respetado por sus colaboradores cuando:

  • sea flexible,
  • reconozca las fortalezas de los demás,
  • no tema expresar sus propias debilidades,
  • comunique abiertamente sus emociones y
  • actúe en consecuencia.

Autor: Juan Carlos Gazia
Autor argentino, Consultor Internacional especialista diseño de procesos comerciales y en el desarrollo del Capital Intelectual – Presidente de Grupo ABGA S.A. (Gazia & Asociados Consultores) – Socio-Fundador de Las 4 Miradas de la Gestión Empresarial – Fundador y Socio Honorario de Card Club (Asociación de Profesionales de Tarjeta de Crédito) – Profesor de Liderazgo en la Escuela de Negocios de la Universidad Politécnica de Madrid (España).

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