Liderazgo y cambio

En un artículo aparecido en periódico El País (España) se presenta un trabajo realizado por la empresa Google en el que analiza sus datos internos para entender cómo son los mejores líderes con que cuentan en esa organización.

El trabajo pone bajo estudio no menos de 10.000 datos que se desprenden de sus evaluaciones convencionales y 360° feedback, de las distinciones que han recibido los colaboradores a lo largo de un determinado período y otras formas de las que se sirvieron para conocer qué opinan los colaborares de sus líderes.

Han sido analizadas más de cien variables “duras” y “blandas” [1]. Entre las primeras tuvieron en cuenta los datos numéricos disponibles en sus registros y entre las otras, tomaron en cuenta quejas, opiniones, comentarios, expresiones, etc.

Los criterios que sustentaron el diseño preliminar del estudio no se vieron confirmados a medida que los analistas procesaban los datos y la información que tuvieron a su alcance. Por el contrario, “el mejor jefe” tenía un perfil impensado hasta ese momento. En tal sentido, los investigadores identificaron que los rasgos y actitudes más frecuentes entre los mejores líderes eran las siguientes:

1. Orientación a los resultados y a la productividad [2]

La capacidad para obtener resultados se cuenta entre las principales características de un buen líder. Según los registros analizados en este estudio, el “jefe” es quien debe favorecer los medios para el logro de los objetivos laborales, personales y también económicos de su gente.

La economía de recursos es otro de los atributos valorados en un buen jefe lo que queda explícito en la mención de la productividad de los procesos que lidera.

Dicho de otra forma, un jefe permisivo, simpático, comprensivo pero que no logra los resultados que se esperan, no es considerado integrante del “círculo áurico” de los mejores líderes.

2. Efectivo coach

En la primera mitad del Siglo XX las tres funciones básicas del liderazgo consistían en planificar, dirigir y controlar. En la realidad actual (en especial en una empresa como Google) el concepto “controlar” es descartado definitivamente.

Un buen líder es quien desarrolla en sus colaboradores la responsabilidad frente al logro de la tarea de modo que cada uno conozca la importancia de su aporte al resultado final del equipo y de la empresa.

Para ello, el “buen líder” brindará apoyo a su gente, les aportará los recursos necesarios y los acompañará a lo largo de su jornada de trabajo dándole feedback y asistiéndolo toda vez que así lo requiera.

3. Brindar empowerment [3]

Como queda dicho, un líder efectivo desarrolla en sus colaboradores el necesario sentido de responsabilidad sobre la propia tarea de modo que el mencionado concepto de “control” es innecesario. Los procesos productivos a cargo de los integrantes de cada equipo de trabajo son responsabilidad de ellos mismos, así como los resultados que se esperan lograr de su trabajo.

Un líder efectivo transfiere responsabilidades adicionales a la función específica de cada empleado como una forma de reconocer la buena calidad de su tarea. Esto significa un poderoso incentivo para el colaborador comprometido con los objetivos y la dinámica que el líder ha implantado en el equipo. La responsabilidad final por la tarea adicional que realice el empleado siempre será del líder dado que la responsabilidad no se transfiere, se asigna.

4. Buena comunicación

Un buen líder necesariamente es un buen comunicador. La comunicación es el “vehículo” sobre el que se transporta buena parte de la relación entre el líder y sus colaboradores. En tal sentido, debe ser de doble vía.

El “buen líder” tiene muy desarrollada su capacidad de escuchar y especialmente comprender los mensajes que expresa su gente.

5. Una mirada estratégica

Según Majluf y Hax, la estrategia es un patrón de decisiones coherentes, unificador e integrado, que selecciona los negocios en los que va a estar la empresa. Determina y revela el propósito organizacional en términos de objetivos a largo plazo, programas de acción y prioridades en la asignación de recursos.

Asimismo, intenta lograr una ventaja sostenible a largo plazo en cada uno de sus negocios respondiendo adecuadamente ante las amenazas y oportunidades en el medio ambiente, así como, las fortalezas y debilidades de la organización.

La estrategia, abarca todos los niveles jerárquicos (corporativo, unidades de negocios y funcional) y define la naturaleza de las contribuciones económicas y no-económicas que se propone hacer a sus asociados.

Esto es lo que esperan los dirigidos de su líder. La mirada en el mediano y largo plazo, integra el conjunto de asignaturas que tiene este tipo de jefes y como contrapartida, nadie duda que cuenta con su gente para el logro de los objetivos y metas que se han propuesto.

6. Un líder formador

La responsabilidad primaria de todo buen líder es formar a su gente. Mediante la capacitación, el líder los mantendrá “alejados” de cometer errores y además, serán más efectivos en el desempeño de sus tareas.

Los equipos calificados y su nivel de compromiso son factores difícilmente imitables por los competidores.

El núcleo central de una ventaja competitiva sostenible consiste en la creación y mantenimiento del Activo Intelectual junto a una permanente formación de una cadena de valor apreciada por los clientes.

La formación será uno de los mejores recursos para transmitir los principios básicos de la cultura empresarial a los noveles colaboradores e integrarlos a los equipos ya “en marcha”.

7. Plan de Carrera

Conciliar las expectativas de los colaboradores con los objetivos de la organización es central para crear un fuerte compromiso. Un “buen jefe” adapta permanentemente sus mensajes y directivas a las exigencias del entorno empresarial y laboral.

Un Plan de Carrera señalará a los colaboradores las posibilidades de crecimiento dentro de la empresa como resultado de la incorporación de nuevos conocimientos y herramientas que mejoren sus competencias.

El Plan de Carrera incluirá procesos que permitan identificar a los mejores colaboradores para cada puesto o función. Estos serán los denominados “alto potencial”.

Además de una efectiva herramienta de motivación, el Plan de Carrera y la clasificación de “alto potencial”, contribuirán a que el líder retenga a los mejores colaboradores.

8. Conocimientos técnicos

Finalmente, en este estudio identificaron en los mejores líderes la capacidad de ayudar a sus dirigidos a mejorar sus aptitudes técnicas. Si bien es un atributo que podría incluirse en al punto 6. de este análisis, la mención ha sido específica hacia las aptitudes técnicas a diferencia de los otros criterios formativos incluidos en este punto.

Estos resultados en muchos casos, diferían con los criterios previos de selección y desarrollo utilizados por la empresa. En otras palabras, Google estaba invirtiendo dinero y esfuerzo en incorporar y desarrollar competencias que no eran las más valoradas por su gente.

CAMBIO LOGRADO:

Al cabo de un año de la publicación de estos resultados, los jefes que eran evaluados como “de peor desempeño” habían mejorado un 75% la satisfacción de sus equipos.

[1] Variable “dura”: describe en forma numérica los atributos o relaciones entre los elementos bajo estudio.
Variable “blanda”: describe comportamientos y conductas así como valores, motivaciones, influencia cultural, etc.

[2] Productividad: relación entre la cantidad de productos o servicios producidos y los recursos utilizados para obtener dicha producción

[3] Proceso que consiste en asignar mayores responsabilidades a un colaborador con el propósito de aumentar su motivación y compromiso.

Nota extractada del periódico “El País” (España) por “Las 4 Miradas de la Gestión Empresarial”